Caja Antiestrés

Una caja anti estrés es una caja que contiene varios elementos de inducción a la relajación y al control de la ansiedad a partir de estímulos sensoriales.

Es por este motivo que en muchos lugares encontrarás que se refieren a ellas como «contenedores sensoriales». Al final de nuestra review encontrarás más información sobre cómo hacer cajas sensoriales para niños, especialmente recomendadas como parte de un proceso de experimentación sensorial.

¿Qué debe tener una caja antiestrés para hacer un regalo a un adulto?

Así, por ejemplo, toda buena caja antiestrés que se precie debe contener elementos propioceptivos, es decir, que ayuden a tomar conocimiento de la propia posición de los músculos.

Esto es así porque los estímulos propioceptivos ayudan a relajar y a calmar.  Las pelotas antiestrés y los muñecos para combatir el estrés son ideales para ejercer esta función. Los cojines antiestrés también ayudan a esta función, pues facilitan el sentir el cojín cerca del propio cuerpo. Por este motivo suelen estar rellenos de bolitas.

Dentro de una caja antiestrés, también deben existir estímulos visuales relajantes. Así, es conveniente que tenga pomperos, botellas sensoriales o, ¿por qué no? un mandala de colores.

También se puede incluir un reproductor de música que tenga música relajante, o algún libro para colorear.

Tampoco debemos olvidarnos de los sentidos del olfato, gusto del tacto, como forma de alcanzar la relajación. Por este motivo, lo ideal es añadir también a nuestra caja antiestrés los siguientes artículos:

• Aceites esenciales, velas aromáticas  y ambientadores, como aplicación  de la aromaterapia a la liberación del estrés.
• Nubes de azucar, caramelos aromáticos, chocolatinas, o cualquier otro alimento que suba las endorfinas e incremente nuestra sensación de bienestar.
• Productos para masaje relajante como pelotas de masaje, cremas y pomadas, etc

Vídeos con ideas para hacer cajas antiestres caseras (DIY)

¿Qué es un contenedor sensorial para niños?

La definición más simple de un contenedor o caja sensorial es que es una experiencia táctil, dentro del espacio delimitado por un contenedor, que suele ser una caja. De ahí sus nombres 😉

Para construir la caja sensorial, es necesario «rellenarla» de productos como arena,  alpiste, arroz o incluso algún líquido viscoso.

El contenedor debe ser lo suficientemente grande como para permitir que tu hijo meta la mano dentro de él y explore sin derramar el producto de relleno.

¿Por qué es bueno que los niños trabajen con cajas sensoriales?

El principio de funcionamiento de los contenedores sensoriales es el mismo que el de otros productos antiestrés analizados en nuestra web, como por ejemplo:

Botellas de la calma.

Bolsas sensoriales.

Los recipientes sensoriales son herramientas prácticas increíbles para que los niños aprendan sobre su mundo y sus sentidos. El juego sensorial puede calmar a un niño, enfocar a un niño y aumentar su implicación y compromiso en el proceso de aprendizaje.

¡A los niños les encanta la experimentación!

A continuación te enumeramos los principales beneficios que tienen para los niños trabajar con cajas sensoriales:

• Habilidades prácticas para la vida diaria ~ Los recipientes sensoriales permiten que un niño explore, descubra y cree juegos usando habilidades prácticas para la vida diaria (depósito, llenado, recogida) y aprenda valiosas habilidades para jugar.
• Habilidades de juego {desarrollo emocional} ~ Ideal para el juego social y el juego independiente, los recipientes sensoriales permiten que los niños jueguen juntos o en cooperación. ¡Mi hijo ha tenido muchas experiencias positivas en un recipiente de arroz con otros niños!
• Desarrollo del Lenguaje ~ Los recipientes sensoriales incrementan el desarrollo del lenguaje al experimentar con sus manos todo lo que hay que ver y hacer, lo que conduce a grandes conversaciones y oportunidades para modelar el lenguaje.
• Comprender los sentidos del cuerpo ~ El tacto, la vista, los sonidos, el gusto y el olfato son nuestros sentidos corporales. Los niños pueden experimentar varios a la vez con un contenedor sensorial.

Imagínate un recipiente de arroz arco iris de colores brillantes: toca los granos sueltos contra la piel, miras los colores vivos mientras se mezclan, escuchas el sonido del rocío sobre un recipiente de plástico o sacudido en un huevo de plástico.

¿Cómo se puede construir un contenedor sensorial?

PASO 1: ELEGIR UN BUEN ENVASE.

Un recipiente sensorial más grande es realmente maravilloso para meter las manos directamente en el relleno, de forma libre y despreocupada, sin que exista el riesgo de que éste se derrame.

Lo ideal sería una caja ordenación de las que puedes encontrar en cualquier papelería, centro comercial o tienda china. Buenos sustitutos que seguro que hay casi en cualquier casa serían sartenes, cajas de cartón, o incluso bandejas de horno.

PASO 2: ELEGIR UN BUEN RELLENO PARA EL CONTENEDOR.

Para hacer recipientes sensoriales se necesitan rellenos sensoriales.

Elige un relleno que sea apropiado para la edad del niño y el nivel de supervisión que el niño recibirá cuando juegue con la caja sensorial.

Cuando vayas a hacer recipientes sensoriales y elijas rellenos, ¡ten en cuenta si hay algún tema especial que quieras incluir! Es súper fácil teñir rellenos sensoriales. Tenemos varios rellenos sensoriales que son fáciles de colorear rápidamente.

PASO 3: AÑADIR HERRAMIENTAS DIVERTIDAS

¡Una de las mejores partes de los recipientes sensoriales es todo el llenado, vaciado, vertido y transferencia que se lleva a cabo!

Los recipientes sensoriales pueden mejorar fácilmente las habilidades motrices finas con las herramientas y objetos que elijas incluir dentro del relleno.

PASO 4: DOTAR AL CONTENEDOR SENSORIAL DE UNA TEMÁTICA.

Si has elegido un tema específico para tu contenedor sensorial, complétalo con algún elementos de juego que sea divertido. Arco iris, animales, etc